domingo, 11 de noviembre de 2007

CUANDO EL REMEDIO ESTÁ PARASITADO POR LA ENFERMEDAD.

En este marco posmoderno, ni siquiera las manifestaciones contra la guerra o el hambre pueden ser del todo malhumoradas y necesitan de ese toque de show business . Es que aun en la adversidad extrema crece la demanda de entretenimiento. En medio de la actual crisis por la pastera Botnia que enfrenta a la Argentina con Uruguay basta con recordar la irrupción de una representante de los carnavales de Gualeguaychú en medio de una cumbre de presidentes. Se multiplican los maratones solidarios y los vigorosos conciertos de rock al aire libre con todas las reivindicaciones posibles. Programas televisivos como Cuestión de Peso convocan a concentraciones frente al Congreso para hacerlo temblar en reclamo de una ley que reconozca a la obesidad como enfermedad y Nicole Neumann siente la necesidad de desnudarse para defender los derechos de sus queridos animalitos asolados por la mano del hombre. Antes los magnates eran Rockefellers, ahora son Ted Turners y sus amigos. Le dejamos al lector una analogía criolla. (aceptamos sugerencias)

Nada parece salvarse. Las Barbies se vuelven interculturales, hay multimillonarias inversiones de los príncipes Saudíes en Estados Unidos, la mitad de los jóvenes de los países árabes (aún en zonas islámicamente activas) desea emigrar a occidente. Las Naciones Unidas inspira a los Estados a abrazar acuerdos como el NAFTA y el Mercosur, el inglés es el nuevo esperanto: la lengua universal que todos quieren hablar. El cine de Vietnam o de India y China que había surgido como alternativo tiene como ambición el ser premiado en los festivales internacionales de Venecia, Cannes, Berlín o consagrarse con un Oscar en Hollywood. A tal punto que la cadena Al Yazira se transformó en la CNN árabe por estética y lógica operativa y se financia con publicidad de multinacionales como General Motors .

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